Juventud y política 2.0
Como joven, me suenan incomprensibles aquellas historias de nuestro país en las que se resumía una campaña política con la frase “dadme un balcón, y seré presidente”. Es tan complicado entender esto siendo de la generación de los “millennials” (nacidos los 80s y el 2000). Por su puesto que entiendo el poder de la palabra y la oratoria correcta con fines de convencimiento, pero algo tan importante en la política como que se dice, es a cuanta gente llega.
Como consultor de marketing político se que una campaña para llegar a todos los “target” debe estar conformada por todos (o los más posibles) medios de comunicación, pero si me preguntan cuál es el medio más influyente en la sociedad, creo que contradictoriamente, es el mismo que es el menos serio, es decir las redes sociales tecnológicas.
Es el medio de comunicación menos serio porque su misma fortaleza es su debilidad, ya que permite a cualquier persona dar a conocer públicamente sus pensamientos sin necesidad de ser dueña de medios de comunicación, pero a la vez permiten afirmar situaciones incomprobables, en muchos casos falsa, o incluso rumores malintencionados.
En Ecuador, según un estudio de Mentinno, hay 12 millones de usuarios en redes sociales. A esto hay que sumarle el famoso “boca a boca”, ya que las personas que no tienen redes sociales, escuchan las afirmaciones que se publican en las mismas, por sus personas cercanas si poseen dichas cuentas.
No hace falta hablar de lo determinantes que han sido las redes sociales en elecciones gubernamentales a nivel mundial, pero si creo que se marca un antes y un después de la estrategia 2.0 de Barack Obama en 2012.
A todo esto, ¿en dónde entramos los jóvenes?, simple, somos quienes prácticamente crecimos atrapados en estas redes (seguramente los menores de 15 años lo son más, pero ya les llegará su momento de hacernos ver a nosotros anticuados). Los jóvenes sabemos cómo utilizar las redes con mayor potencial, pero además al “compartir” o “retuitear”, aumentamos la credibilidad de estos.
Este es el primer momento en la historia, en que todo partido político responsable, deberá dar ciertos espacios a la juventud sobre las canas, y lo digo con respeto, admiro a ciertos líderes con muchos años de experiencia, pero quienes tienen una visión amplia del panorama actual, sabrán que la generación de los “millennials” es la indicada para esta determinada área política. Hoy en día, impulsar correctamente una campaña o convertirla en un fracaso, está a un clic de distancia.
Autor: Daniel Merchán (27 años)
Consultor de Marketing Político de Equilicuá